Con "panties" para 365 días...

Estos días han sido mejores, no buenos, pero mejores. He dormido un poco más, he salido dos o tres veces de mi departamento. Limpié, cosa que no hacía desde enero. En el proceso de limpieza y de lavado de ropa me di cuenta, cosa que siempre supe muy dentro de mí, que tengo una obsesión con comprarme ropa interior, en especial calzones, pero en este viaje de tristeza y de abandono que he tenido me di cuenta que tengo calzones para ponerme todos los días del año y no tener que lavar. Un dato algo irrelevante, pero me pareció simpático darme cuenta de ese detalle. Alguna vez tuve una mayor cantidad de zapatos, pero esos no me cabían en el equipaje a Chile, así que se quedaron en Michigan.

En estos días, decidí tratar de dejar de pensar en Mike, cosa algo imposible, pero dije “tratar” y eso mismo hice, tratar. Mi consuelo sentimental, romántico-sexual en Chile, es Alex. He escrito el nombre de él o acerca de él en todas las entradas en este diario, pero poco se sabe de él. Ja! Estaría perfecta la música de Twilight Zone en este momento. Pues que decir, nada muy específico, dejemos que el chico tenga anonimato. Físicamente: rubio, ojos verdes, blanquito, lo único que no tiene de mi “Ideal man” es la altura, ‘ta bajito el Alex. Intelectualmente: un libro de todos los temas, no me canso de hablar con él. Hemos estado conversando doce horas sin parar y paramos porque nos damos cuenta de que amaneció y no hemos dormido. Creo que en el tiempo que llevamos juntos, hemos tenido un silencio incómodo, para que contar cuando y que pasó después del silencio, si lo importante es que sólo hemos tenido uno. Sentimentalmente: me frustra, pues es de los “machos chilenos” que no dicen lo que sienten. A veces hace y dice cosas como tratando de alejarme o de alejar sus sentimientos hacia mí. No me puedo quejar últimamente me ha dicho y ha hecho muchas cosas que me demuestran que no es tan “tough” como él dice ser. Yo le sigo la corriente y le hago creer, que le creo el show de machote. Sexualmente: parafraseando a Arjona “Para que describir lo que me hace en la alfombra Si basta con resumir que me besa hasta la sombra Y un poco mas.” Nunca me había sentido tan compatible, cómoda, respetada, deseada, complacida con un hombre como me siento con Alex, cuando estamos “lujuriando” (Ni tan siquiera con Mike). Espiritualmente: estamos compenetrándonos cada día más. Está curioso de conocer exactamente mi definición de espiritualidad. Ya le gusta hacer mis rituales, meditaciones y demás locuras que hago en mi mundo espiritual. Me gusta enseñarle, y él quiere aprender. Le digo que le voy a hacer un encanto mágico y se muere de la risa, no sé si es porque no me cree que lo pueda hacer, o si se ríe de nervios, porque sabe que lo puedo hacer. Me gusta estar con él, no sé o no me quiero admitir que siento realmente por él, pero he salido con otros chicos y siempre termino comparándolos (sé que está mal hecho) con él y en todos los aspectos siempre sale triunfador, y a pesar de esos pensamientos, no le soy fiel. Pero sé que con él no es una relación a largo tiempo, es hasta que nos dure, creo que más por él que por mí. Yo me quiero volver a enamorar, estar con una sola persona y que él sólo esté conmigo. No sé si es sano seguir esta relación cuando yo estoy segura que no llegará al final que yo deseo. Pero en estos días de pena, me hace sonreír.

Creo que para la próxima he de escribir acerca de esos otros que han estado y han dejado algo de importancia en mí. No lo sé, quizás… quizás, quizás…

CONTINUARÁ…