viernes, 14 de marzo de 2008

Desconocidamente conocida en mi celular


De regreso… conste que no es amenaza…
Desde el día del anunciado insomnio he estado mejor. Las horas de “affair” con Morfeo siguen siendo muy pocas para mi gusto pero me he acostumbrado a dormir menos y crear más.
Traduje un texto para una colega profesora de la universidad, de español a inglés, italiano y portugués. El que lo haya traducido no es tan impresionante, cuando estudiante en EE UU lo hacía mucho para tener plata para poder comprar cigarros. Si no es el hecho de que una profesora, con más experiencia que yo, me pidiera a mí, “la gringa” como me llaman “cariñosmente” en la U, de entre 30 ó 40 estudiantes y toda la facultad, que tradujera. Me di cuenta que mi sacrificio emocional está dando frutos en mi carrera profesional. Tan mal no me va.

El viernes hablé con mi mamá. Es gracioso, porque el celular no registra la llamada y sale como DESCONOCIDO, precisamente de todas las personas que me llaman, a la única que realmente conozco, le sale el letrerito UNKOWN! Lo encuentro muy chistoso. La llamada fue en respuesta a una de esas llamadas que los hijos tenemos con los padres, spooky! de manera psíquica, paranormal, o como quieran llamarlo. Tuvimos un desacuerdo a principios de febrero, donde como siempre ellos tenían la razón y yo me equivocaba. Ya había contado de mi gran talento de manipular algunas personas y situaciones, mis padres caen en estos algunos. Si se me hace fácil en persona mirando a los ojos, solo hay que imaginarse la actuación magistral que pongo en escena, por teléfono o por e-mail. Así que para el final de la conversación mis padres estaban convencidos de que yo tenía la razón. Pero en esta ocasión no disfruté la manipulación como regularmente lo hago. Me debilité y se dieron cuenta de que estaba yo haciendo. Creo que hubiera sido más fácil aceptar la culpabilidad originaria del descuerdo que la culpa y dolor que me dio estar manipulándolos en ese momento. Y pucha que me dolió. No fue un problema de mayor consecuencia, una de mis rabietas de princesa, complejo que ellos mismos me crearon, pero el no saber de ellos por días, me estaba arrugando los sentimientos. Y así le envié el SOS a mi mommy. Hablamos del día en cuestión, y me dijo, “Maly es que tú eres muy difícil.” Me dio mucha gracia que dijera eso y pensé, ¿difícil como es para mí comprender cualquier principio matemático? O ¿difícil como cuando les doy un examen a mis estudiantes de pre grado, y me dicen, ¡qué difícil!? De más está decir que no le dije lo que estaba pensando, puedo estar segura que no me hubiera entendido. Hablamos poco tiempo, es muy caro llamar de Puerto Rico para acá, pero fue lo suficiente para reanimarme. No puedo prometerle ni a ella ni a nadie, que no volveré a manipular las situaciones, como le dice el alacrán al sapito… “es mi naturaleza” Ah! pero que conste que a mis manipulados, no les miento, solo sé qué, cómo, cuándo y porqué decir ciertas cosas que me dan la ventaja. Sólo conozco una persona con mucho más poder de manipulación que yo… pero es un mentiroso de siete suelas y por lo menos conmigo se le cayó el poder.

Un gran amigo, después que le conté de mi “back trip” de sentirme mal con mis padres, me dijo: “Limary, estás creciendo.” A lo que yo contesté: “Yo no quiero ser grande, yo no quiero.”

Aún tengo que escribir lo de Alex *2, pero no encuentro cómo meterle mano. Esta semana hasta hoy nos sentí muy cercanos y de repente a las 4 de la tarde “cri, cri” no sabíamos que decirnos. Veremos si su invitación de irnos al norte por dos semanas, está en pie, a pesar de hoy.

Debe ser hora de ponerme romántica con Morfeo, no paro de bostezar y me apesta Shakira en el Media Player, con su No!...
Sigo extrañando y llorando a Mike, eso sé que será malditamente eterno…
Como siempre…

CONTINUARÁ…

1 comentario:

Anónimo dijo...

Limary ... que orgullosa estoy de ti! Wow ... no tengo palabras ... tuve el privilegio de leer tus escritos y me quede con la boca abierta. Te felicito ... y publica tus libros que no veo la hora de leerlos. Un abrazo, Tu Hermana CROEMita, Ivy